EL TABLERO DE JUEGO DE "ALQUERQUE DE DOCE)
En el mismo muro adosado ( o bancada ) al lado norte de la catedral de Tui, colocado a modo de bancada y en donde se documenta el juego del “alquerque de tres”, también conocido como “tres en raya o en línea”, que ya hemos analizado y que aquí, muestra una posible modalidad al estar como dijimos anteriormente, en el interior de un forma elíptica irregular y acompañado de un pequeño círculo en un extremo y una línea que parte del cuadrado y va hasta la curva del óvalo, pudimos detectar otro juego medieval. Es concretamente el conocido como “alquerque de doce”, también denominado en ocasiones “de cinco en raya” y nos viene dado por una figura cuadrangular, que posee su interior dividido en treinta y dos casillas triangulares ( o si queremos 16 casillas cuadradas), consecuencia de las líneas paralelas a los lados y a las diagonales que se cortan perpendicularmente. El tamaño de este cuadrado o figura de forma cuadrangular mejor dicho, varía en la mayoría de los casos. El encontrado en la catedral de Tui, mide 30 centímetros de largo por 28 centímetros de ancho (estaríamos pues hablando de una figura rectangular ) y se encuentra grabado ocupando la zona central de un sillar de la mencionada bancada pétrea. Su visión es muy difícil, por el tipo de piedra, granito de grano medio y los desgastes que presenta los surcos realizados que ya cuando fueron llevados a cabo posiblemente, tuvieron muy poca profundidad. El peor estado de conservación lo podemos apreciar hacia la parte derecha de la zona inferior, presentando los surcos de los grabados hasta unos dos centímetros de ancho.
Como hemos hecho con los otros juegos documentados, a continuación haremos una pequeña síntesis histórica del mismo y hablaremos de las reglas de juego, siguiendo el trabajo ya mencionado con anterioridad:
“El alquerque de doce fue introducido en la península ibérica polos árabes. En el siglo XIII, en la Corte del rey Alfonso X de Castilla, era jugado por adultos en tableros de madera, con piezas torneadas que recuerdan a los actuales “peones” de ajedrez. En Portugal, se vulgarizó como pasatiempo de jóvenes, siendo las piezas de madera sustituídas por pequeñas piedras redondeadas, llamadas “arriós”. En el claustro del museo de Alberto Sampaio, en Guimaraes, hay grabados varios esquemas de alquerques de doce. Los monjes jóvenes, los alumnos del coro y los niños que frecuentaban la escuela, se entretenían posiblemente con este juego. También en lo que queda del claustro de la iglesia de San Torcuato, cerca de la citada ciudad y en Freixo de Espada-a-Cinta, existen otros grabados de este juego. El alquerque de doce ha sido considerado como el antepasado del juego “de las damas”. Sobretodo en paises orientales, como en la India o Sri Lanka existen variantes de este juego, que apenas se diferencia en el número de piezas y las líneas del esquema en lo que denominamos nosotros como “alquerque de doce”. Las reglas del juego son las siguientes: Primeramente se colocan las doce piezas, de tal forma que de un lado estén las de uno de los jugadores y las del otro, en el lado opuesto, dejando la casilla central del tablero vacía. Se echa a suertes quien empieza a jugar primero y luego se juega alternativamente. Cada vez, el jugador desplaza una de sus piezas para cualquier casilla próxima que esté desocupada, moviéndose a lo largo de las líneas hacia delante, para los lados o en diagonal. No se puede mover hacia atrás. Cuando una casilla vecina está ocupada por una pieza del adversario y la casilla siguiente está vacía, el jugador debe saltar sobre la pieza enemiga, que así es capturada (o comida) y retirada del tablero. Está permitido comer dos o más piezas en una misma jugada, aunque se cambie la dirección. El jugador está obligado a comer, Si él no lo hiciera, su pieza será “soplada” y retirada del tablero. El objetivo del juego es capturar todas las piezas del adversario posibles. Cuando el jugador pierde todas sus piezas o cuando no pueda mover ninguna de las que posee, termina el juego”.
Es interesante señalar que sobre este mismo tipo o diseño de tablero sobre el que se juega el alquerque de doce se puede practicar otro tipo de juego, el denominado “cerco de la liebre” y que pasamos a comentar a continuación, siguiendo la misma documentación que utilizamos para los otros:
“El “cerco de la liebre” viene bien descrito en el tratado de juegos de Alfonso X. Se jugaba en el tablero de alquerque de doce, pero pone en presencia dos fuerzas desiguales. Cada una de ellas tiene objetivos diferentes y se mueven según reglas también diferentes. Este juego parece tener su origen en el norte de Europa y está documentado en Inglaterra y Francia. En Inglaterra era conocido por “fox and geese” (la zorra y los gansos) y en Francia simplemente por “renard (zorra). Una variante del tablero, en forma de ruz de brazos iguales, está documentada desde la Edad Media. Esta variante aún hoy es comercializada en Portugal con el nombre de “assalto”. Las reglas de juego son las siguientes: Primero se colocan las piezas según un esquema ya predeterminado. Un adversario posee doce piezas que se distribuyen ocupando una parte del tablero, dejando la casilla central de la tercera línea, libre para que sea ocupada por el otro adversario. Los jugadores pueden mover sus piezas o peones en cualquier dirección, para ocupar una casilla cercana o vecina que esté vacía. Sólo la liebre (el jugador que posee tan sólo una pieza y está rodeada parcialmente por las otras del adversario) puede saltar sobre una pieza enemiga y comerla. Está permitido comer más de una en cada jugada. Los cercadores no pueden comer la libre, pero procuran rodearla de tal modo que no se pueda mover. Si lo consiguen, la liebre pierde el juego. La liebre gana cuando reduce los cercadores a un número que hace imposible que sea cercada o rodeada.”
Posible juego de tablero sin identificar
Al lado del bloque de piedra que contiene el tablero de juego que hemos citado anteriormente, más concretamente en el siguiente sillar, a su izquierda, podemos ver en la parte inferior una pequeña forma ovoide que mide unos 14 centímetros en su eje mayor y tan sólo 10 en el menor. Está cortado por una línea recta, que continúa hacia su lado derecho y debajo podemos observar dos grabados o líneas rectilíneas gruesas, que parte verticalmente de la curva inferior de la elipse y son paralelas, pero que no llegan a alcanzar el grabado longitudinal ya citado. Se observan otras líneas de difícil lectura, que podrían corresponder a parte del diseño y por lo cual lo que podemos hoy documentar es sólo una vista parcial de un posible tablero de juego. Por lo expuesto, de tratarse estos grabados de un juego de tablero, no nos es posible poder definirlo y saber con certeza a que tipo de juego podría corresponder.
Tenemos que apuntar, que son varios los sillares de esta bancada norte de la catedral que presentan restos de grabados que por desgracia no han llegado en buen estado de conservación a nosotros y nos es imposible poder identificar, pero podemos dejar constancia de la existencia primitiva de los mismos.
Nota.- En la imagen de arriba, tenemos una recreación del juego del "alquerque de doce" con sus fichas correspondientes y una fotografía del tablero juego que se encuentra en la bancada norte de la catedral de Tui y a continuación, su calco en papel.
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