Una vez más, la colaboración desinteresada de una persona, hace que pueda llegar hasta nosotros otro hallazgo de un nuevo tablero de juego. Ésta vez se trata de un "alquerque de XII" reutilizado en una de las calles de Baños de
“Se trata de un tablero pequeño, de unas proporciones aproximadas de
Sobre el dintel de la casa aparece grabada una fecha: 1808, pero, con seguridad, esta casa, como su entorno inmueble, tiene origen entre los siglos XVI y XVII, por tanto la fecha del dintel puede hacer referencia a una importante remodelación de la casa en esa fecha concreta.
En todo caso, este sillar, como gran parte de los que integran las casonas de esta calle, debe de proceder de las antiguas construcciones que a lo largo de la segunda mitad del siglo XIII, tras la reconquista (1225), fueron naciendo al amparo del castillo. También es posible que pertenezca a las construcciones almohades o cristianas presentes en el interior del castillo, expuestas a la luz tras las recientes excavaciones arqueológicas.
En el escrito que me ha hecho llegar nuestro amigo y el cual podemos consultar en su propio blog titulado el cotanillo, reflexiona sobre los juegos de la zona y nos habla de una modalidad de jugar al “alquerque de XII” que no conocíamos hasta ahora. A continuación transcribo lo que el citado autor menciona:
“Pero si interesante es el hallazgo de este tablero de alquerque de doce, más trascendental es comprobar como los juegos que soportaban los tableros del alquerque de tres, nueve y doce están aún presentes en este municipio de
- En el alquerque, cada jugador tiene doce fichas de distinto color. Los lobos tienen dos piezas mayores, o lobos, y veinte ovejas menores.
- En los lobos, las ovejas ganan su pieza cuando llegan a uno de los dos vértices en los que en el inicio estaban colocados los lobos. Los lobos comen como las fichas del alquerque; también como las damas.
- Por supuesto, la disposición de las piezas sobre el tablero nada tiene que ver entre uno y otro.
- Las ovejas pueden eliminar un lobo del juego o “escupirlo”, aunque no contabiliza para nada, cuando le impide, cercándolo, el movimiento en tres jugadas consecutivas.
- Mientras que en el alquerque gana el jugador que antes deja sin piezas al contrario. En “los lobos”, para ganar, el lobo ha de comer más de ocho fichas y las ovejas más de doce. Las tablas se producen con el ocho a doce.”
Para finalizar, sólo quiero agradecer públicamente desde aquí, la colaboración de José María Cantarero, por toda su información, animarle a que continúe con sus pesquisas arqueológicas-etnográficas y lógicamente también animar a otras personas que hagan lo mismo, para poder ir incrementando poco a poco, y gracias a todos, el catálogo o inventario de todos los tableros romanos y medievales de la península ibérica con su paralelismos en otros áreas geográficas.
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