En el recientemente libro publicado titulado "Excavaciones arqueológicas en Aqvis Qverqvennsis: actuaciones en el campamento romano, 1975-2005", como un Anejo de la Revista larouco, correspondiente al número 4, los arqueólogos Antonio Rodríguez Colmenero y Santiago Ferrer Sierra, nos muestran y estudian las fichas y tableros de juego localizados en este importante yacimiento romano, que pertenece en la actualidad a los ayuntamientos de Bande y Muiños, en la provincia de Ourense.
Desde la página 618 a la 621, nos presentan estas piezas por medio de un pequeño catalogo-inventario de las mismas, con sus dibujos a escala correspondientes. Antes de ello, hacen el siguiente comentario al respecto: "Al menos, se han exhumado 6 tableros, tabulae lussoriae, configurados por casetones rectangulares o cuadrangulares trazados, formando malla, sobre materiales cerámicos con un objeto punzante. Se trata de juegos de reflexión o cálculo en los que, sobre un tablero (tabula lussoria), se desplazan unas fichas (calculi), siendo el juego más popular el ludus latrunculorun (juego de los ladrones) o juego del soldado, y el (lo escrita por duodécima vez) duodecim scripta, sirviendo las fichas para ambos juegos.
Las fichas suelen ser de diverso material: recortes de piezas cerámicas, especialmente rojo pompeyano, pizarra, vidrio, etc.
En este conjunto presentamos seis fragmentos de tabulae diseñados, o sobre ladrillos macizos o sobre tégulas, en todo caso reutilizados, así como una serie de fichas de pasta vídrea, de forma ovalada-circular; planas y ligeramente cóncavas. Algunas presentan orificio circular para su enganche a una cadena e, incluso, otra pudo haber funcionado como entalle de anillo".
A continuación de este escueto comentario sobre el tema, viene luego el catálogo de las fichas y fragmentos de tableros de juego, con su correspondiente dibujo, en el que se especifica de cada pieza: su sigla, identificación, tipo, forma y descripción.
En cuanto a las fichas de pasta vídrea podemos decir, que su diámetro oscila entre los 10 y 18 milímetros y su altura, varia entre los 6'2 y los 6'7 milímetros. El color predominante es el negro.
Nos llama la atención que no fueran localizadas mayor número de este tipo de piezas, por lo común de las mismas en todos los campamentos romanos, al ser los legionarios muy aficionados a practicar esta modalidad de juegos.
Por referencia verbal de nuestro amigo y arqueólogo, Dr. Manuel Caamaño Gesto, en las excavaciones arqueológicas en el campamento romano de Cidadela ( Sobrados dos Monxes, A Coruña), de las cuales es el director, también han salido algunos de estos materiales y que pronto serán estudiados y publicados.
Nota.- En la imagen superior, una vista parcial del campamento romano de Aquis Querquennis, al que hace referencia este pequeño comentario.
viernes, 30 de mayo de 2008
viernes, 23 de mayo de 2008
EL TABLERO DE JUEGO DE "ALQUERQUE DE NUEVE" DEL YACIMIENTO ARQUEOLÓGICO DE PENADOMINGA ( QUIROGA, LUGO )
El tablero de juego que vamos hoy a comentar, procede del interesante pero poco conocido yacimiento arqueológico de Penadominga, que se encuentra en la parroquia de Santa María de Bendilló, perteneciente al municipio de Quiroga, en la provincia de Lugo. Por los hallazgos arqueológicos, sobre todo los famosos broches de cinturón y otros objetos de adorno del mismo metal, que fueron estudiados entre otros, por el arqueólogo P. de Palol, y que hoy se custodian en el museo provincial de Lugo, podemos decir que la datación que poseemos nos lleva hacia el amplio marco cronológico de lo que se llama "tardorromanización", pero que los orígenes del poblamiento, puede corresponden a la cultura castreña, sin poder determinar a la fase evolutiva concreta y que podría haber funcionado como asentamiento fortificado en la alta edad media. Por todo lo expuesto, pensamos que una datación entre los siglos V- VII después de Jesucristo, podría corresponder al momento esplendor del poblamiento.
El tablero de juego nos presenta un diseño del conocido "alquerque de nueve", grabado en una laja o placa de pizarra o un tipo de piedra similar, de 6 centímetros de grosor medio y unos 47 centímetros de largo por unos 32,5 de ancho. Podemos observar un grabado muy fino, realizado posiblemente por un objeto punzante metálico, que nos presenta tres figuras cuadrangulares concéntricas, estando unidos los puntos intermedios de sus lados entre si. La figura más exterior mide 19 centímetros de largo por 18 centímetros de ancho, estando incompleta en su parte superior izquierda, afectando con ello a sus dos lados de esa zona. A continuación vienen, muy próximos, el uno al otro, los cuadrados siguientes, llamando la atención, la medida grande que posee el último en relación al externo.
La primera referencia bibliográfica que poseemos de esta pieza pétrea, se la debemos a Vázquez Seijas, que la señala en su artículo de "Castillos de Quiroga", en su obra titulada "Fortalezas de Lugo y su provincia, en su tomo I, editado en 1955.
También tenemos depositadas en el mismo museo y con la misma procedencia, varias fichas de juego de pastea vítrea, que poseen una cara superior convexa y la inferior plana.
Al igual que nos pasaba con otros tableros de juego, al no tener claro el contexto arqueológico en que fue encontrada la pieza, no sabemos si estaba siendo utilizada en alguna construcción pública o privada; reutilizada o "in situ"; materiales arqueológicos asociados a ella;...lo que no nos deja plantearnos otros temas relacionados con la misma y sólo podemos describir las características técnicas de dicho tablero de juego.
Esperemos que excavaciones futuras en este importante yacimiento arqueológico gallego, nos puedan aportar nuevos datos y más precisos y quien sabe si algún tablero de juego más es descubierto.
Nota.- En la imagen que ilustra el texto, detalle del tablero de "alquerque de nueve" del castro de Penadominga, facilitada por el Museo Provincial de Lugo (Deputación Provincial de Lugo), a quien agradecemos su colaboración.
El tablero de juego nos presenta un diseño del conocido "alquerque de nueve", grabado en una laja o placa de pizarra o un tipo de piedra similar, de 6 centímetros de grosor medio y unos 47 centímetros de largo por unos 32,5 de ancho. Podemos observar un grabado muy fino, realizado posiblemente por un objeto punzante metálico, que nos presenta tres figuras cuadrangulares concéntricas, estando unidos los puntos intermedios de sus lados entre si. La figura más exterior mide 19 centímetros de largo por 18 centímetros de ancho, estando incompleta en su parte superior izquierda, afectando con ello a sus dos lados de esa zona. A continuación vienen, muy próximos, el uno al otro, los cuadrados siguientes, llamando la atención, la medida grande que posee el último en relación al externo.
La primera referencia bibliográfica que poseemos de esta pieza pétrea, se la debemos a Vázquez Seijas, que la señala en su artículo de "Castillos de Quiroga", en su obra titulada "Fortalezas de Lugo y su provincia, en su tomo I, editado en 1955.
También tenemos depositadas en el mismo museo y con la misma procedencia, varias fichas de juego de pastea vítrea, que poseen una cara superior convexa y la inferior plana.
Al igual que nos pasaba con otros tableros de juego, al no tener claro el contexto arqueológico en que fue encontrada la pieza, no sabemos si estaba siendo utilizada en alguna construcción pública o privada; reutilizada o "in situ"; materiales arqueológicos asociados a ella;...lo que no nos deja plantearnos otros temas relacionados con la misma y sólo podemos describir las características técnicas de dicho tablero de juego.
Esperemos que excavaciones futuras en este importante yacimiento arqueológico gallego, nos puedan aportar nuevos datos y más precisos y quien sabe si algún tablero de juego más es descubierto.
Nota.- En la imagen que ilustra el texto, detalle del tablero de "alquerque de nueve" del castro de Penadominga, facilitada por el Museo Provincial de Lugo (Deputación Provincial de Lugo), a quien agradecemos su colaboración.
EL TABLERO DE JUEGO ROMANO DE IULIOBRIGA ( SANTANDER)
Hace bastantes años visitando el Museo Provincial de Prehistoria y Arqueología de la bella ciudad de Santander, con motivo de celebrarse en ella una de las reuniones de los Congreso de Arqueología Nacional, que iban recorriendo la geografía española de la experta mano de nuestro buen amigo, D. Antonio Beltrán ( recientemente fallecido), me llamó la atención una laja pétrea que colocada en lugar muy discreto y careciendo de información sobre la misma, pude ver que poseía unos grabados que eran parte de un tablero de juego. Pregunté y me comentaron que procedía de Iuliobriga , de unas excavaciones antiguas y me permitieron hacer tomar unas anotaciones y hacer un pequeño calco de papel de la misma. Hoy "navegando por la red", de nuevo me encuentro con la citada pieza, gracias a la extraordinaria fotografía de Josu Aramberri, que tuvo la gentileza de darme el permiso de su reproducción en este blog y comentándome que la fotografía fue hecha hace algún tiempo, ya cuando el museo se había reorganizado de nuevo y como observo la pieza en cuestión, es merecedora de una situación más privilegiada a la que tenía, cuando yo la vi por primera vez. Puedo decir que aunque consulte bastante bibliografía para poseer más datos de ella, no obtuve más que alguna fotografía y muy escasas referencias a su localización en las antiguas excavaciones arqueológicas de Iuliobriga. Paso a comentar este singular tablero de juego, pues, en base a mis apuntes personales.
Para los que no conocen la situación de la ciudad romana de Iuliobriga, decir que está en Retortillo, Campoo de Enmedio, próxima a la capital de la comunidad cántabra. En ella se han llevado a cabo diferentes campañas de excavaciones que han dejado a la luz numerosas e interesantes construcciones pétreas y se ha localizado importante material cerámico y metálico, cuya cronología abarca los siglos I-III, después de Jesucristo, pero teniendo su época de mayor auge en el primer siglo de nuestra era.
La pieza en cuestión, se trata de una laja de piedra tipo caliza que mide 32,5 centímetros de largo por 23 de ancho, poseyendo un grosor medio de unos 7 centímetros. Está fragmentada, al menos por uno de sus lados, si tenemos en cuenta que el diseño que reproduce su grabado, está incompleto. Los grabados son muy finos y sus surcos son de sección en V, realizados sin lugar a dudas con un objeto metálico o con el filo de una piedra de mayor dureza que sobre la que se ha realizado el tablero.
El tablero de juego corresponde a un "alquerque de nueve", aunque como veremos, posee una particularidad distinta a los de que conocemos mayoritariamente con ese nombre. El lado superior del primer cuadrado mide 12 centímetros, pero el lateral está incompleto y sólo podemos llegar a los 11 centímetros, quedándonos la duda si sólo alcanzaba un centímetro más y daba la figura formada un cuadrado perfecto o no, como ocurre en otros ejemplos conocidos de este tipo de juego. Del segundo cuadrado concéntrico ( esto es, el intermedio ), gracias a que por uno de sus lados la fractura no llega al cruce de líneas que marca dicha figura, sabemos que mide unos 9,5 centímetros en su lado superior y unos 9 centímetros en su lado lateral derecho. Es interesante señalar ( y aquí está la diferencia a la que hacíamos mención más arriba), que entre este cuadrado y el más interno, por su parte inferior, sale una línea paralela a la altura del punto medio entre el segundo y el central. Este último, es el más perfecto de todas las figuras cuadrangulares, pues es un cuadrado de 4 centímetros en todos sus lados.
Este tablero de juego aunque de irregular trazado y fragmentado, correspondiente a la reproducción de un "alquerque de nueve" con algún tipo de variación, que ya comentamos y que podía poseer otras, en la parte que hoy no ha llegado a nosotros, al desconocer las circunstancias del hallazgo, no podemos saber si formaba parte de un banco o un enlosado de la ciudad; si se localizó dentro o fuera de una vivienda o en una zona pública; si se encontraba "in situ" o estaba reutilizado o si era "portátil", esto es, que podría llevarse de un lado a otro, para jugar. Pienso que esta última hipótesis, que de igual manera se plantea para otros semejantes, es bastante difícil de sostener, ya que aunque no pesan mucho, sería más liviano, tener el tablero grabado en una madera,....
Para finalizar este breve comentario, mencionar que fueron encontradas diferentes fichas de juego de pasta vítrea, de diferentes colores y diámetros ( de sección semiesférica), en este yacimiento arqueológico, como es habitual en este tipo de emplazamientos.
Nota.- Detalle del tablero romano de Iuióbriga que se puede ver hoy día en el Museo Provincial de Prehistoria y Arqueología de Santander. El autor de la fotografía es Josu Aramberri, a quien agradezco su atenta colaboración, y procede, con la debida autorización para utilizarla aquí, de la página web, www.arija.org
Para los que no conocen la situación de la ciudad romana de Iuliobriga, decir que está en Retortillo, Campoo de Enmedio, próxima a la capital de la comunidad cántabra. En ella se han llevado a cabo diferentes campañas de excavaciones que han dejado a la luz numerosas e interesantes construcciones pétreas y se ha localizado importante material cerámico y metálico, cuya cronología abarca los siglos I-III, después de Jesucristo, pero teniendo su época de mayor auge en el primer siglo de nuestra era.
La pieza en cuestión, se trata de una laja de piedra tipo caliza que mide 32,5 centímetros de largo por 23 de ancho, poseyendo un grosor medio de unos 7 centímetros. Está fragmentada, al menos por uno de sus lados, si tenemos en cuenta que el diseño que reproduce su grabado, está incompleto. Los grabados son muy finos y sus surcos son de sección en V, realizados sin lugar a dudas con un objeto metálico o con el filo de una piedra de mayor dureza que sobre la que se ha realizado el tablero.
El tablero de juego corresponde a un "alquerque de nueve", aunque como veremos, posee una particularidad distinta a los de que conocemos mayoritariamente con ese nombre. El lado superior del primer cuadrado mide 12 centímetros, pero el lateral está incompleto y sólo podemos llegar a los 11 centímetros, quedándonos la duda si sólo alcanzaba un centímetro más y daba la figura formada un cuadrado perfecto o no, como ocurre en otros ejemplos conocidos de este tipo de juego. Del segundo cuadrado concéntrico ( esto es, el intermedio ), gracias a que por uno de sus lados la fractura no llega al cruce de líneas que marca dicha figura, sabemos que mide unos 9,5 centímetros en su lado superior y unos 9 centímetros en su lado lateral derecho. Es interesante señalar ( y aquí está la diferencia a la que hacíamos mención más arriba), que entre este cuadrado y el más interno, por su parte inferior, sale una línea paralela a la altura del punto medio entre el segundo y el central. Este último, es el más perfecto de todas las figuras cuadrangulares, pues es un cuadrado de 4 centímetros en todos sus lados.
Este tablero de juego aunque de irregular trazado y fragmentado, correspondiente a la reproducción de un "alquerque de nueve" con algún tipo de variación, que ya comentamos y que podía poseer otras, en la parte que hoy no ha llegado a nosotros, al desconocer las circunstancias del hallazgo, no podemos saber si formaba parte de un banco o un enlosado de la ciudad; si se localizó dentro o fuera de una vivienda o en una zona pública; si se encontraba "in situ" o estaba reutilizado o si era "portátil", esto es, que podría llevarse de un lado a otro, para jugar. Pienso que esta última hipótesis, que de igual manera se plantea para otros semejantes, es bastante difícil de sostener, ya que aunque no pesan mucho, sería más liviano, tener el tablero grabado en una madera,....
Para finalizar este breve comentario, mencionar que fueron encontradas diferentes fichas de juego de pasta vítrea, de diferentes colores y diámetros ( de sección semiesférica), en este yacimiento arqueológico, como es habitual en este tipo de emplazamientos.
Nota.- Detalle del tablero romano de Iuióbriga que se puede ver hoy día en el Museo Provincial de Prehistoria y Arqueología de Santander. El autor de la fotografía es Josu Aramberri, a quien agradezco su atenta colaboración, y procede, con la debida autorización para utilizarla aquí, de la página web, www.arija.org
lunes, 12 de mayo de 2008
EL TABLERO DE JUEGO DEL MONTE ALBA ( VIGO, GALICIA )
Tenemos bien documentada la existencia de una edificación militar de época medieval en la cima del conocido monte de "Nosa Señora do Alba), en la parroquia viguesa de Valladares, que dominaba perfectamente todo los extensos "Vales do Fragoso e Miñor", que se extienden a sus pies y controla de forma excepcional la entrada de la ría de Vigo.
El tablero de juego que hemos podido localizar en este interesante lugar, se encuentra empotrado en un sillar que forma parte de un pequeño muro de contención o aterrazamiento que existe hacia la derecha de la portada principal. Dicho muro posee una altura irregular y una pequeña oquedad a modo de ventana. El sillar donde está grabado el tablero de juego, mide unos 46 centímetros de largo por unos 31 de ancho y está situado a 1,25 centímetros del suelo original y 59 centímetros de la parte superior.
El tablero de juego consiste en un sencillo "tres en raya" o "alquerque de tres", que nos viene definido por una figura cuadrangular de unos 22 centímetros por unos 19 centímetros de lado, poseyendo dos líneas rectas diagonal que se cruzan en el interior del diseño. Los surcos del grabado varían entre los 2 y 1 centímetros y si bien en algunas zonas poseen sección de U en otras son más bien en V. El estado de conservación del mismo es malo, pues está totalmente cubierto de líquenes que dificultan su correcta lectura.
Nos encontramos sin lugar a dudas delante de un ejemplar de tablero de juego, cuyo sillar granítico fue reutilizado en la construcción del muro mencionado, por lo cual la datación del mismo tiene que remontarse a una época anterior. Nos inclinamos por el Medievo y su utilización en época de la ocupación de la fortaleza que existió en la zona en dicho período cronológico, como hemos comentado.
El paralela más inmediato con este pequeño pero singular tablero de juego, lo tenemos en el interior de la iglesia románica de Santa Mariñas de Augas Santas, en la provincia de Ourense, interesante templo, en el cual poseemos varios ejemplares de tableros de juego, tanto en el interior como en el exterior del mismo y que será objeto de otro comentario en este blog.
No podemos olvidar la localización en la década de los 80 del siglo pasado, de una superficie granítica en la ladera del poniente del Monte Alba, hacia la zona conocida como "O Estripeiro", en las inmediaciones del lugar denominado "A Lapela" de Chandebrito ( ya en el término municipal de Nigrán), en la que se detecto una figura rectangular, de unos 65 centímetros en su lado más largo y 36 centímetros en el otro, con trazos diagonales y que unían los centros de sus lados entre si y constituían la forma de una tablero de juego de "tres en raya", pero como vemos aquí un poco más completo y el que más se repite en los ejemplos conocidos de este popular juego. La duda que se nos presentó en su momento, observando fue los profundos surcos en V que poseía y su escasa pátina, que podría corresponder su elaboración a un momento bastante moderno, aunque no podemos concretar si en siglos o incluso en años. Por desgracia, en las últimas visitas realizadas a esta zona, no hemos podido localizarlo y no nos es posible realizar un estudio más completo para poder solucionar el problema de su datación cronológica.
Para finalizar este pequeño apunte, señalar que este juego ( y sus derivaciones más complejas, como son el grupo de los alquerques) es conocido en todo el mundo y en cada país se le denomina de distinta manera, siendo su origen muy remoto. Así para empezare, en Europa, tenemos que si en las comunidades españolas, de habla castellana, se le conoce con el nombre citado de "tres en raya", en Cataluña y otras comunidades de lengua catalana o similar, se le llama "tres en ratlla", "marro" o "molí de tres"; en Galicia, como "pai, fillo, nai"; en Francia, "Mérelles" o "carré chinois"; en Italia, "filetto", "riga di tre", "mulino" o "smerelli; en Gran Bretaña, "three men.s morris"; en Holanda, "Driestichen"; en Suecia, "tripp trapp trull; en Portugal posee numerosos nombres ( "três em linha", "jogo do galo", "jogo dos canttinhos, das pedinhas, dos pedreiros, dos carpinteiros o encravelhas"; et.. Ya en el continente africano tenemos que en Ghana es conocido como "Achi"; en Nigeria, como "Akidada" o "Nepelle"; en Sudán, como "Carabaug"; etc. En Asia, en los paises árabes (también de Africa) se le denomina "drïs ath-thalatha; en Japón, "San-noku-narabe"; en la India, se le llama "Tre-guti"; en China, "Luk tsut qi"; en Filipinas, "Tapatan; "Nerenchi" en Sri Lanka; etc. Por último en Estados Unidos se le conoce vulgarmente en su modalidad más simple como "tic tac toe"y en entre los índigenas del estado de Nuevo México, como "Pitarilla" o "Bidaria"; etc.
Como puede verse son múltiples las formas de denominar este juego en todos los continentes, lo que demuestra su popularidad, la sencillez del juego en si y la expansión del mismo, por eso mismo.
Nota.- En la imagen de arriba, detalle del sillar del "Monte Alba" en que se encuentra grabado el tablero de "alquerque de tres" o "tres en raya"; y abajo, imagen de la ermita situada en la cima de dicho monte, dedicada a "Nosa Señora do Monte Alba", en la que puede verse, a la derecha de su portada principal, el muro en que se encuentra reutilizada la piedra que posee el grabado.
El tablero de juego que hemos podido localizar en este interesante lugar, se encuentra empotrado en un sillar que forma parte de un pequeño muro de contención o aterrazamiento que existe hacia la derecha de la portada principal. Dicho muro posee una altura irregular y una pequeña oquedad a modo de ventana. El sillar donde está grabado el tablero de juego, mide unos 46 centímetros de largo por unos 31 de ancho y está situado a 1,25 centímetros del suelo original y 59 centímetros de la parte superior.
El tablero de juego consiste en un sencillo "tres en raya" o "alquerque de tres", que nos viene definido por una figura cuadrangular de unos 22 centímetros por unos 19 centímetros de lado, poseyendo dos líneas rectas diagonal que se cruzan en el interior del diseño. Los surcos del grabado varían entre los 2 y 1 centímetros y si bien en algunas zonas poseen sección de U en otras son más bien en V. El estado de conservación del mismo es malo, pues está totalmente cubierto de líquenes que dificultan su correcta lectura.
Nos encontramos sin lugar a dudas delante de un ejemplar de tablero de juego, cuyo sillar granítico fue reutilizado en la construcción del muro mencionado, por lo cual la datación del mismo tiene que remontarse a una época anterior. Nos inclinamos por el Medievo y su utilización en época de la ocupación de la fortaleza que existió en la zona en dicho período cronológico, como hemos comentado.
El paralela más inmediato con este pequeño pero singular tablero de juego, lo tenemos en el interior de la iglesia románica de Santa Mariñas de Augas Santas, en la provincia de Ourense, interesante templo, en el cual poseemos varios ejemplares de tableros de juego, tanto en el interior como en el exterior del mismo y que será objeto de otro comentario en este blog.
No podemos olvidar la localización en la década de los 80 del siglo pasado, de una superficie granítica en la ladera del poniente del Monte Alba, hacia la zona conocida como "O Estripeiro", en las inmediaciones del lugar denominado "A Lapela" de Chandebrito ( ya en el término municipal de Nigrán), en la que se detecto una figura rectangular, de unos 65 centímetros en su lado más largo y 36 centímetros en el otro, con trazos diagonales y que unían los centros de sus lados entre si y constituían la forma de una tablero de juego de "tres en raya", pero como vemos aquí un poco más completo y el que más se repite en los ejemplos conocidos de este popular juego. La duda que se nos presentó en su momento, observando fue los profundos surcos en V que poseía y su escasa pátina, que podría corresponder su elaboración a un momento bastante moderno, aunque no podemos concretar si en siglos o incluso en años. Por desgracia, en las últimas visitas realizadas a esta zona, no hemos podido localizarlo y no nos es posible realizar un estudio más completo para poder solucionar el problema de su datación cronológica.
Para finalizar este pequeño apunte, señalar que este juego ( y sus derivaciones más complejas, como son el grupo de los alquerques) es conocido en todo el mundo y en cada país se le denomina de distinta manera, siendo su origen muy remoto. Así para empezare, en Europa, tenemos que si en las comunidades españolas, de habla castellana, se le conoce con el nombre citado de "tres en raya", en Cataluña y otras comunidades de lengua catalana o similar, se le llama "tres en ratlla", "marro" o "molí de tres"; en Galicia, como "pai, fillo, nai"; en Francia, "Mérelles" o "carré chinois"; en Italia, "filetto", "riga di tre", "mulino" o "smerelli; en Gran Bretaña, "three men.s morris"; en Holanda, "Driestichen"; en Suecia, "tripp trapp trull; en Portugal posee numerosos nombres ( "três em linha", "jogo do galo", "jogo dos canttinhos, das pedinhas, dos pedreiros, dos carpinteiros o encravelhas"; et.. Ya en el continente africano tenemos que en Ghana es conocido como "Achi"; en Nigeria, como "Akidada" o "Nepelle"; en Sudán, como "Carabaug"; etc. En Asia, en los paises árabes (también de Africa) se le denomina "drïs ath-thalatha; en Japón, "San-noku-narabe"; en la India, se le llama "Tre-guti"; en China, "Luk tsut qi"; en Filipinas, "Tapatan; "Nerenchi" en Sri Lanka; etc. Por último en Estados Unidos se le conoce vulgarmente en su modalidad más simple como "tic tac toe"y en entre los índigenas del estado de Nuevo México, como "Pitarilla" o "Bidaria"; etc.
Como puede verse son múltiples las formas de denominar este juego en todos los continentes, lo que demuestra su popularidad, la sencillez del juego en si y la expansión del mismo, por eso mismo.
Nota.- En la imagen de arriba, detalle del sillar del "Monte Alba" en que se encuentra grabado el tablero de "alquerque de tres" o "tres en raya"; y abajo, imagen de la ermita situada en la cima de dicho monte, dedicada a "Nosa Señora do Monte Alba", en la que puede verse, a la derecha de su portada principal, el muro en que se encuentra reutilizada la piedra que posee el grabado.
TABLEROS DE JUEGO DEL CASTRO DE VILADONGA ( LUGO )
A diferencia del tablero de juego romano que veíamos ayer en este blog, correspondiente al castro tardío o poblado galaico-romano de Santa Tegra, los dos fragmentos de tableros de juegos aparecidos en el castro de Viladonga ( Castro do rei, Lugo ), si que se pueden considerar "portátiles", con la posibilidad que pudieran ser llevados de uno a otro lado para jugar en ellos, teniendo en cuenta sus dimensiones. Aún así no podemos descartar la posibilidad que ambas lajas de pizarra formaran parte de un banco o un enlosado y localizadas en las excavaciones fuera de su sitio original.
El castro de Viladonga está en el municipio lucence de Castro do Rei y una de sus características principales es también su cronología tardía, que aquí es unos siglos posterior al caso del castro de Sta. Tegra a que haciamos referenica.
Los dos fragmentos de tableros de juegos claramente de época romana de este castro, corresponden a dos placas de pizarra que fueron localizadas en diferentes campañas arqueológicas efectuadas en el yacimiento, asi como en dos lugares distintos del castro.
También en diversas excavaciones y en numerosos lugares del castro, pudieron localizarse numerosas fichas de juego o "calculi", de pizarra y otras de pasta vítrea.
Tanto los dos fragmentos de tableros de juego como las fichas de juego, pueden contemplarse hoy día en el modélico y didáctico museo monográfico del Castro de Viladonga, ubicado cerca de una de las entradas al yacimiento.
El fragmento del tablero mayor ( número de inventario 74-1) posee 36'5 centímetros en su parte más larga y 32'5 centímetros en la más pequeña. Esta pieza apareció el 13/X/1974, en la cuadrícula denominada I-36.
El fragmento más pequeño ( número de inventario A70-333 ), posee en su parte más larga unos 25'5 centímetros y tan sólo unos 11 centímetros en la parte más pequeña conservada. El lugar en que apareció ni el año, se pueden concretar pues tenemos sólo referencia de esta pieza en las memorias del arqueólogo Chamoso Lamas y no se menciona dichos datos.
El grosor de estos dos fragmentos de tablero de juego es muy semejante uno al otro y aproximadamente es de unos 7 centímetros.
En la superficie lisa de ambas placas de pizarra son bien visibles una serie de líneas rectas paralelas que se entrecruzan y forman una serie de retículas o pequeños cuadrados. Sin lugar a dudas nos encontramos con una parte de las conocidas "tabulae latrunculatae" en el que se jueba el que vulgarmente era conocido como del soldado o legionario. Son muchas las referencias y los lugares en que se han encontrado piezas semejantes éstas que hoy analizamos, pero las más cercanas las tenemos en las descubiertas en las excavaciones arqueológicas de los castros astures de "Chao Samartin" en Grandes de Salime y en el de "San Chuís" en San Martín de Beduledo (Allande), una de las cuales posee unos 20 centímetros de largo y seis centímetros de grosor.
El juego de este tipo localizado en las antiguas excavaciones del famoso castro de Coaña, por sus dimensiones y caracterísiticas pienso que corresponde a un tipo similar al estudiado en el castro de Sta Trega y será objeto de otro comentario en su día.
Como se describen en numerosos trabajos realizados sobre este tema, "el juego del soldado fue conocido por el juego de los latrúnculos. El nombre viene del latín latrunculus-i, que hace referencia a las fichas utilizadas en el pasatiempo. Se trata de un juego de estrategia, mezcla del ajedrez y damas actuales, en el cada jugador disponía de 16 fichas, de las que la mitad eran las calculi ordinarii y las otras las claculi vagi. Las calculi vagi, colocadas en la primera fila, podían moverse en todas las direcciones mientras que las calculi ordinarii, situadas en segunda fila, debían avanzar en vertical, de casilla en casilla".
Hay que mencionar que si bien existían unos tableros de unas medidas determinadas, se conocen de diversos tamaños y numeroso de casillas en su interior, por lo cual podría también variar el número de su fichas de juego e incluso las reglas del mismo. De este este trataremos en otro comentario.
No nos deja de llamar la atención de las fichas de juego localizadas en el Castro de Viladonga, que no todas sean de sección cilíndrica sino bastante de ellas lo sean de forma troncocónica, que son más bien escasas en los ejemplos conocidos, de fichas realizadas utilizando la piedra de la zona. También nos sorprende que el grosor o altura de las mismas sea diferente, así como su diámetro. Esto nos puede sugerir que algunas piezas tenían distinta función en el juego y con ellas se jugaba de forma distinta. También vemos como las fichas de pasta vítrea poseen diferentes colores (de sección semicircular) y que nos hacen plantearnos lo que comentamos anteriormente, además de pensar que unas correspondería a las fichas de un jugador y otras a las del adversario.
Para finalizar este breve comentario, sólo nos queda dar las gracias al personal técnico del citado museo por la información facilitada, asi como de habernos facilitado la fotografía en la que aparecen los dos tableros con algunas fichas de juego dispuestas en ellos, cuyo autor es el fotógrafo Gerardo Gil.
Nota.- Como cito más arriba, como complemento ilustrativo de este comentario tenemos, una vista de los dos tableros de juego del Castro de Viladonga y debajo de ellos, una vista parcial del yavimientos y sus estructuras desenterradas.
El castro de Viladonga está en el municipio lucence de Castro do Rei y una de sus características principales es también su cronología tardía, que aquí es unos siglos posterior al caso del castro de Sta. Tegra a que haciamos referenica.
Los dos fragmentos de tableros de juegos claramente de época romana de este castro, corresponden a dos placas de pizarra que fueron localizadas en diferentes campañas arqueológicas efectuadas en el yacimiento, asi como en dos lugares distintos del castro.
También en diversas excavaciones y en numerosos lugares del castro, pudieron localizarse numerosas fichas de juego o "calculi", de pizarra y otras de pasta vítrea.
Tanto los dos fragmentos de tableros de juego como las fichas de juego, pueden contemplarse hoy día en el modélico y didáctico museo monográfico del Castro de Viladonga, ubicado cerca de una de las entradas al yacimiento.
El fragmento del tablero mayor ( número de inventario 74-1) posee 36'5 centímetros en su parte más larga y 32'5 centímetros en la más pequeña. Esta pieza apareció el 13/X/1974, en la cuadrícula denominada I-36.
El fragmento más pequeño ( número de inventario A70-333 ), posee en su parte más larga unos 25'5 centímetros y tan sólo unos 11 centímetros en la parte más pequeña conservada. El lugar en que apareció ni el año, se pueden concretar pues tenemos sólo referencia de esta pieza en las memorias del arqueólogo Chamoso Lamas y no se menciona dichos datos.
El grosor de estos dos fragmentos de tablero de juego es muy semejante uno al otro y aproximadamente es de unos 7 centímetros.
En la superficie lisa de ambas placas de pizarra son bien visibles una serie de líneas rectas paralelas que se entrecruzan y forman una serie de retículas o pequeños cuadrados. Sin lugar a dudas nos encontramos con una parte de las conocidas "tabulae latrunculatae" en el que se jueba el que vulgarmente era conocido como del soldado o legionario. Son muchas las referencias y los lugares en que se han encontrado piezas semejantes éstas que hoy analizamos, pero las más cercanas las tenemos en las descubiertas en las excavaciones arqueológicas de los castros astures de "Chao Samartin" en Grandes de Salime y en el de "San Chuís" en San Martín de Beduledo (Allande), una de las cuales posee unos 20 centímetros de largo y seis centímetros de grosor.
El juego de este tipo localizado en las antiguas excavaciones del famoso castro de Coaña, por sus dimensiones y caracterísiticas pienso que corresponde a un tipo similar al estudiado en el castro de Sta Trega y será objeto de otro comentario en su día.
Como se describen en numerosos trabajos realizados sobre este tema, "el juego del soldado fue conocido por el juego de los latrúnculos. El nombre viene del latín latrunculus-i, que hace referencia a las fichas utilizadas en el pasatiempo. Se trata de un juego de estrategia, mezcla del ajedrez y damas actuales, en el cada jugador disponía de 16 fichas, de las que la mitad eran las calculi ordinarii y las otras las claculi vagi. Las calculi vagi, colocadas en la primera fila, podían moverse en todas las direcciones mientras que las calculi ordinarii, situadas en segunda fila, debían avanzar en vertical, de casilla en casilla".
Hay que mencionar que si bien existían unos tableros de unas medidas determinadas, se conocen de diversos tamaños y numeroso de casillas en su interior, por lo cual podría también variar el número de su fichas de juego e incluso las reglas del mismo. De este este trataremos en otro comentario.
No nos deja de llamar la atención de las fichas de juego localizadas en el Castro de Viladonga, que no todas sean de sección cilíndrica sino bastante de ellas lo sean de forma troncocónica, que son más bien escasas en los ejemplos conocidos, de fichas realizadas utilizando la piedra de la zona. También nos sorprende que el grosor o altura de las mismas sea diferente, así como su diámetro. Esto nos puede sugerir que algunas piezas tenían distinta función en el juego y con ellas se jugaba de forma distinta. También vemos como las fichas de pasta vítrea poseen diferentes colores (de sección semicircular) y que nos hacen plantearnos lo que comentamos anteriormente, además de pensar que unas correspondería a las fichas de un jugador y otras a las del adversario.
Para finalizar este breve comentario, sólo nos queda dar las gracias al personal técnico del citado museo por la información facilitada, asi como de habernos facilitado la fotografía en la que aparecen los dos tableros con algunas fichas de juego dispuestas en ellos, cuyo autor es el fotógrafo Gerardo Gil.
Nota.- Como cito más arriba, como complemento ilustrativo de este comentario tenemos, una vista de los dos tableros de juego del Castro de Viladonga y debajo de ellos, una vista parcial del yavimientos y sus estructuras desenterradas.
EL TABLERO DE JUEGO DEL POBLADO GALAICO-ROMANO DE SANTA TEGRA ( A GUARDA, PONTEVEDRA)
En las tareas de limpieza de 1984 realizadas en el conocido poblado galaico-romano de Santa Tegra, en el ayuntamiento de A Guarda (Pontevedra), se localizó en el interior de una construcción castreña, en uno de los sectores ya excavados por Cayetano Mergelina, una interesante piedra granítica y hoy puede contemplarse en el pequeño museo monográfico dedicado a este yacimiento arqueológico y ubicado en la cima del monte.
Se trata de un bloque irregular de granito de grano medio de unas medidas aproximadas de 43 centímetros en su parte más larga por 38 centímetros en la más reducida y que posee unos 12 centímetros de grosor. Una de sus caras nos muestra grabado un diseño cuadrangular, casi trapezoidal, pues, en la parte más ancha, en la parte inferior, mide 34 centímetros y en la superior, tan sólo 23 centímetros. Los laterales miden 31 centímetros. Este diseño geométrico, en su interior, nos presenta una cuatro lineas rectas en cada uno de sus lados, que cruzándose entre ellas, forman 36 casillas ( 6 X 6 retículas ). Es curioso señalar que el grosor de los grabados de las líneas rectas exteriores poseen unos 2 centímetros de grosor y sin embargo el ancho de los surcos internos, ronda aproximadamente 1 centímetro, tan sólo. Señalar también que las esquinas superiores, son más bien redondeadas.
Creo que por las características que presenta, asi como en el lugar en que se encontró, estamos ante una "tabula latrunculata", esto es, una variedad de juego romano de tablero. A diferencia de otras piezas localizadas en otros castros, como las dos del de Viladonga (Lugo), esta pieza debemos que considerar que se encontraba fija en alguna construcción o cercana de ella, bien sea, formando parte de un enlosado dentro o fuera de una vivienda, por ejemplo. No debemos considerarla como "un tablero de juego portátil", como lo fueron sin duda los antes mencionados, pues en nuestro caso, el gran peso del mismo ( a diferencia de los otros, de los que hablaremos en otro comentario) nos hace desechar esa idea.
Hay que señalar que en el mismo museo, podemos observar diferentes fichas de juego, tanto realizadas de cerámica (reutilizada) como de pasta vítrea.
La cronología que damos a esta pieza correspondería al período de mayor auge de este yacimiento, a juzgar por los materiales arqueológicos aportados, y estaría hacia la primera mitad del siglo I después de Jesucristo.
No quiero finalizar este breve comentario sin mencionar la localización de dos diseños geométricos más, descubiertos en la década de los 80 del siglo pasado, en el lugar conocido como "A Fonte do Ermitán", en la ladera naciente de este monte, ya fuera de lo que hoy en día consideramos recinto castreño y que nos vienen dados por dos tableros grabados en la superficie horizontal de dos rocas graníticas y que podemos resumir de la siguiente forma: uno corresponde a una figura ajedrezada o reticulada de forma rectnagular, de 45 centímetros por 35 centímetros, que presentan 56 cuadrículas en su interior ( 8 X 7 ); y el otro nos viene fdado por una figura cuadrada de 40 centímetros de lado y que posee 64 retículas en su interior ( 8 X 8 ).
De estos dos diseños geométricos que sin lugar a dudas podemos clasificar de tableros de juego, lo que no podemos decir con certeza, la cronología de los mismos. Tanto pueden corresponder a época romana o ya de cronología medieval. Estudios futuros sobre los mismos, nos podrán revelar más detalles y poder acercarnos mejor a su datación.
Para finalizar quiero agradecer a mi buen amigo y gran conocedor de este yacimiento castreño, D. Xoán Martínez Tamuxe, la información facilitada para la redacción de este comentario.
Nota.- En las imágenes, vista parcial de una de las zonas excavadas del yacimiento castreño y detalle de la pieza granítica que nos presenta el tablero de juego romano.
Se trata de un bloque irregular de granito de grano medio de unas medidas aproximadas de 43 centímetros en su parte más larga por 38 centímetros en la más reducida y que posee unos 12 centímetros de grosor. Una de sus caras nos muestra grabado un diseño cuadrangular, casi trapezoidal, pues, en la parte más ancha, en la parte inferior, mide 34 centímetros y en la superior, tan sólo 23 centímetros. Los laterales miden 31 centímetros. Este diseño geométrico, en su interior, nos presenta una cuatro lineas rectas en cada uno de sus lados, que cruzándose entre ellas, forman 36 casillas ( 6 X 6 retículas ). Es curioso señalar que el grosor de los grabados de las líneas rectas exteriores poseen unos 2 centímetros de grosor y sin embargo el ancho de los surcos internos, ronda aproximadamente 1 centímetro, tan sólo. Señalar también que las esquinas superiores, son más bien redondeadas.
Creo que por las características que presenta, asi como en el lugar en que se encontró, estamos ante una "tabula latrunculata", esto es, una variedad de juego romano de tablero. A diferencia de otras piezas localizadas en otros castros, como las dos del de Viladonga (Lugo), esta pieza debemos que considerar que se encontraba fija en alguna construcción o cercana de ella, bien sea, formando parte de un enlosado dentro o fuera de una vivienda, por ejemplo. No debemos considerarla como "un tablero de juego portátil", como lo fueron sin duda los antes mencionados, pues en nuestro caso, el gran peso del mismo ( a diferencia de los otros, de los que hablaremos en otro comentario) nos hace desechar esa idea.
Hay que señalar que en el mismo museo, podemos observar diferentes fichas de juego, tanto realizadas de cerámica (reutilizada) como de pasta vítrea.
La cronología que damos a esta pieza correspondería al período de mayor auge de este yacimiento, a juzgar por los materiales arqueológicos aportados, y estaría hacia la primera mitad del siglo I después de Jesucristo.
No quiero finalizar este breve comentario sin mencionar la localización de dos diseños geométricos más, descubiertos en la década de los 80 del siglo pasado, en el lugar conocido como "A Fonte do Ermitán", en la ladera naciente de este monte, ya fuera de lo que hoy en día consideramos recinto castreño y que nos vienen dados por dos tableros grabados en la superficie horizontal de dos rocas graníticas y que podemos resumir de la siguiente forma: uno corresponde a una figura ajedrezada o reticulada de forma rectnagular, de 45 centímetros por 35 centímetros, que presentan 56 cuadrículas en su interior ( 8 X 7 ); y el otro nos viene fdado por una figura cuadrada de 40 centímetros de lado y que posee 64 retículas en su interior ( 8 X 8 ).
De estos dos diseños geométricos que sin lugar a dudas podemos clasificar de tableros de juego, lo que no podemos decir con certeza, la cronología de los mismos. Tanto pueden corresponder a época romana o ya de cronología medieval. Estudios futuros sobre los mismos, nos podrán revelar más detalles y poder acercarnos mejor a su datación.
Para finalizar quiero agradecer a mi buen amigo y gran conocedor de este yacimiento castreño, D. Xoán Martínez Tamuxe, la información facilitada para la redacción de este comentario.
Nota.- En las imágenes, vista parcial de una de las zonas excavadas del yacimiento castreño y detalle de la pieza granítica que nos presenta el tablero de juego romano.
sábado, 3 de mayo de 2008
SOBRE LOS TABLEROS DE JUEGO EN LAS CONSTRUCCIONES RELIGIOSAS
Sin lugar a dudas nos resulta curioso por no decir anómalo, la localización de tableros de juegos localizados dentro de las construcciones religiosas, al considerar a éstas, lugares poco propicios o hasta prohibidos, teniendo en cuanta nuestra mentalidad religiosa de hoy día, para tener grabados en lugares más o menos visibles del templo, estos diseños que nos hablan de la utilización de los mismos, como pasatiempo en estas edificaciones destinadas a fines religiosos que hasta llegaron a prohibir el juego en su tiempo y ya no digamos ( creo posiblemente) en el interior del recinto sacral.
Logicamente nos referimos a los tableros de juegos que se encuentran "in situ", grabados en su lugar original y en un emplazamiento que nos los define como tales. No podemos darle la misma consideración a otros diseños de tableros que los encontramos reutilizados en dichas edificaciones religiosas y que han perdido toda la función lúdica que representaban.
Esta pequeña reflexión sirve, como preámbulo para hablar brevemente del interesante libro, cuya portada aparece reproducida en este comentario. Se trata del libro de la escritora Maria Caterina Jacobelli que lleva por título "Risus Paschalis", publicado hace ya hace unos años por la editorial española Planeta.
En este interesante libro se plantean ciertos aspectos relacionados con la practica de los ritos religiosos en determinados períodos anuales en las iglesias y como para que la estricta práctica de los mismos, propiciaba a que los sacerdotes permitieran ciertos "excesos" dentro de los templos para paliar en lo posible la rigidez de los mandatos bíblicos.
Así se nos informa de como para disfrute del público asistente a los actos religiosos, en los sermones u homilías se introducian expresiones o comentarios de claro matiz mordaz y satírico para "entretener" a los asistentes, haciendo que la estancia larga y penosa en ciertos momentos dentro de las iglesias, fuera "mejor llevada y consentida" por el público en general. Es por ello frecuente que los sacerdotes introduzcan historias y frases que llevan a la "risa" en los asistentes al acto religioso y permitan aptitudes dentro del templo que podrían considerar no permitidas en otros momentos del año. Ya sea recitar cuentos "eróticos", comer y beber en los mismos,...
Logicamente estos actos nos hacen pensar que unos simples tableros de juego para entretenimiento de los fieles, no fueran considerados demasiados provocadores... Con el paso del tiempo, se irá haciendo más rígida la conducta en estos recintos sagrados por lo cual va ha propiciar que ya no ser permita "jugar" en ellos y por ello, no se dejen grabar los tableros que aún hoy en día podemos contemplar en ciertas antiguas iglesias, con gran admiración y no sin cierta incredulidad pensando en su finalidad y en el lugar en que fueron realizados.
Logicamente nos referimos a los tableros de juegos que se encuentran "in situ", grabados en su lugar original y en un emplazamiento que nos los define como tales. No podemos darle la misma consideración a otros diseños de tableros que los encontramos reutilizados en dichas edificaciones religiosas y que han perdido toda la función lúdica que representaban.
Esta pequeña reflexión sirve, como preámbulo para hablar brevemente del interesante libro, cuya portada aparece reproducida en este comentario. Se trata del libro de la escritora Maria Caterina Jacobelli que lleva por título "Risus Paschalis", publicado hace ya hace unos años por la editorial española Planeta.
En este interesante libro se plantean ciertos aspectos relacionados con la practica de los ritos religiosos en determinados períodos anuales en las iglesias y como para que la estricta práctica de los mismos, propiciaba a que los sacerdotes permitieran ciertos "excesos" dentro de los templos para paliar en lo posible la rigidez de los mandatos bíblicos.
Así se nos informa de como para disfrute del público asistente a los actos religiosos, en los sermones u homilías se introducian expresiones o comentarios de claro matiz mordaz y satírico para "entretener" a los asistentes, haciendo que la estancia larga y penosa en ciertos momentos dentro de las iglesias, fuera "mejor llevada y consentida" por el público en general. Es por ello frecuente que los sacerdotes introduzcan historias y frases que llevan a la "risa" en los asistentes al acto religioso y permitan aptitudes dentro del templo que podrían considerar no permitidas en otros momentos del año. Ya sea recitar cuentos "eróticos", comer y beber en los mismos,...
Logicamente estos actos nos hacen pensar que unos simples tableros de juego para entretenimiento de los fieles, no fueran considerados demasiados provocadores... Con el paso del tiempo, se irá haciendo más rígida la conducta en estos recintos sagrados por lo cual va ha propiciar que ya no ser permita "jugar" en ellos y por ello, no se dejen grabar los tableros que aún hoy en día podemos contemplar en ciertas antiguas iglesias, con gran admiración y no sin cierta incredulidad pensando en su finalidad y en el lugar en que fueron realizados.
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