Ya hace algunos años, en numerosas ocasiones realizando prospecciones arqueológicas y etonográficas por todo el sur de la provincia de Pontevedra, empezamos a encontrarnos en algunas gradas de cruceiros, que como se sabe están situados en encrucijadas de caminos desde tiempos inmemorables, diversos grabados consistentes en pequeñas figuras de rectángulos y cuadrados, con líneas rectas que se cruzaban en su centro, así como grupos de cazoletas de reducidas dimensiones, alineadas de diferentes formas.
Por desgracia no se documentaron fotograficamente ni se tomaron los datos necesarios, para su correcta identificación, pues en aquel tiempo, el objetivo primordial de esas tareas de investigación, iba a la localización de nuevos yacimientos arqueológicos, para su estudio y divulgación.
Hoy, gracias a la noticia y a las fotografías de mi buen amigo y arqueólogo portugués, Dr.Antonio Ferreira Dinis, a quien agradezco su colaboración desinteresada, podemos observar dos de estos pequeños grabados, que posiblemente sean tablero de juego de un tipo muy sencillo de "alquerque de tres", localizados en una de las gradas de un cruceiro que se encuentra cerca de la iglesia parroquial de Campo ( freguesia de Campos, concehlo de Vieira do Minho, distrito de Braga, Portugal). Uno de ellos se conserva mejor que el otro, que a su lado, está más desgastado por el tiempo y sus surcos se encuentran más difusos. Los trazos que delimitan tanto las líneas que forman el rectángulo, como los perpendiculares que se cruzan en el centro de los mismos, son bastante irregulares. En uno de ellos podemos observar perfectamente, que posee una pequeña cazoleta en el centro .
Como ya sabemos, este juego se conoce popularmente como "tres en raya" o "tres en "línea"; en Galicia, como "pai-fillo-nai": y en Portugal recibe diversas denominaciones: "jodo dos cantinhos o das pedrinhas", " jogo dos pedreiros o dos carpinteiros" ( si son utilizadas como fichas de juego piedras o pequeños palos) o también se conoce como "encravelhas".
En este tipo de juego, lo practican dos personas, con tres fichas distintas cada uno y la finalidad es conseguir formar el alineamiento de sus tres fichas de juego, antes que el oponente.
Este sencillo juego fue muy popular en época de los romanos y el conocido escritor clásico, Ovidio, nos habla de él, en su famosa obra "Arte de amar" diciendo:"En un pequeño tablero se colocan tres fichas por cada una de ambas partes y la victoria consiste en poner en línea las fichas propias"
En las inmediaciones de la basilica Julia en el foro romano, son muy frecuentes, al lado de otros tableros de juego más sofisticados.
El uso tan popular de este juego continuo durante toda la edad media y en diversas modalidades ha llegado hasta nosotros.
La pervivencia del mismo es el que plantea problemas con su datación cronológica, pero sin duda, nos habla del disfrute del tiempo de ocio y/o espera en ciertos lugares, en donde eran muy frecuentes los encuentros de las gentes de lugar, como es el caso, de donde estaban ubicados los cruceiros, que como dijimos era en la encrucijada de caminos.
Sin lugar a dudas, que a partir de hoy mismo, ya procuramos observar detenidamente estos lugares, para comprobar la existencia o no de estos grabados y tomar nota documental de los mismos, asi como revisar piedras o rocas, cercanos a otros puntos de encuentro, como podían ser los lugares que poseen puentes, molinos,...
Nota.- En las fotografías que acompañan el texto, una vista del cruceiro y un detalle de los dos posibles tableros de juego, a los que hacemos mención en este comentario.
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