Fue la arqueóloga y buena amiga portuguesa, Salete da Ponte, la que estudio por primera vez estos tableros y fueron publicados en la Revista Conímbriga, en 1986, sirviendo de punto de partida para nuevos estudios que tratasen sobre los tableros romanos.
Se tratan en si de dos piezas cerámicas que poseen tres juegos romanos ("tabulas Losorias"), pues una de ellas, está grabada por ambas caras.
La primera es de material calcário midiendo 12,5 centímetros de largo; 0,95 de ancho; y posee un grosor de 0,40 centímetros. Está fragmentado, pero en uno de sus lados podemos apreciar una serie de líneas rectas que se cruzan y froman una retícula y que nos hablan del conominado juego romano del soldado o "ludus latrunculorum". Como se sabe, no sólo es un jego de entretenimieto sino, que lo es también de cálculo y de estratégia. El nombre latino nos remonta a la fuerte práctica militar del mismo, siendo que Latruncules era el nombre de un elemento de los cuerpos de torpas especiales romanas. Por el otro lado, nos presenta parte del denominado Juego de las doce líneas o el conocido como "Ludus Duodecim Scriptorum", con el diseño geométrico ya conocido, también siendo considerado esta práctica, un juego de cálculo y de estratégia. El que ambos juegos aparezcan en una misma pieza, nos habla de buscar una economía de espacio y falicidad de transporte del mismo.
La otra pieza proviene de las excavaciones luso-francesas, realizadas en 1968 y coordinadas por Jorge Alarçao y Robert Etiene. Aquí el juego está grabado en una placa cerámica ( posiblemente correspondiente a un ladrillo romano) que posee las siguientes medidas:12,5 centímetros de largo; 12,3 centímetros de ancho; y 3,8 centímetros de grosor. En él vemos claramente el conocido Juego del Molino o Alquerque de IX, que correspondería en latín con el denominado "Parva Tabella Lapillis". Consiste también en un juego de cáculo y estratégia, como ya sabemos por otros ccomentarios en este blog, referentes a este juego, y quen os viene dado por tres rectángulos concéntricos, incisos y unidos entre por medio de dos perperdiculares, formando 16 líneas que forman 24 intersecciones.
Logicamente se encontraron numerosas fichas de juego, como es habitual en estos casos, tanto de cerámica como de pasta vítrea, destacan cuatro realizadas en hueso serrado y trabajadas a torno.
Las reglas de juego para ellos son las comunes a las que ya hemos hablado de ellas en otras ocasiones, pero para que el lector tenga un mayor conocimiento de todos los juegos romanos y su reglas de juego, en los siguientes comentatrios de este blog, las iremos analizando, para que de esta manera, no nos tengamos que detener a hablar de las mismas, siempre que analicemos otros juegos.
Nota.- Las fotografías que ilustran este comentario, me fueron gentilmente facilitadas por el arqueólogo del Museo Monográfico de Conímbriga, D. Fernando Coimbra a quien desde aquí quiero expresar mi más sincero agradecimiento. En la imagen superior tenemos el primer juego del que hemos hablado y en en la de abajo, el último.
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